Con el lanzamiento del escáner L1 para DJI M300 UAV, se ha producido un cambio de paradigma en el mercado de escáneres UAV. El valor de color RGB se asigna al punto de medición tan pronto como se registra la nube de puntos. Con una densidad de puntos suficiente, los campos de puntos de control se pueden incorporar más fácilmente en el resultado de la medición y la precisión se puede aumentar considerablemente. Hemos probado la precisión básica de los vuelos del escáner en extensos vuelos de medición y hemos llegado a la conclusión de que el Airscanner tiene ventajas en cuanto a la disponibilidad inmediata de los resultados de la medición, pero la precisión básica deja mucho que desear. La precisión de menos de 10 cm solo se puede lograr con una disposición de vuelo adecuada (bajas altitudes de vuelo) y con campos de puntos de control visibles y una mayor georreferenciación posterior.
En comparación con la evaluación fotogramétrica, se puede suponer que la fotogrametría de UAV aún ofrece mejores resultados y densidades de puntos más altas (al menos para estructuras de terreno normales). Por un lado, esto se debe a que las coordenadas de la imagen determinada se escriben con gran precisión en la cabecera Exif. Este es al menos el caso del PH4 RTK y el M300 de DJI, que determinan e ingresan la excentricidad del sensor con gran precisión a partir de la distancia, el ángulo de dirección y la distancia cenital. Con el posterior ajuste de bloques de paquetes, el bloque de imagen se determina incluso sin campos de puntos de control con una precisión que es suficiente para muchas tareas de monitoreo de sitios de construcción, modelado de terrenos y determinación de masas. Sin embargo, sigue siendo el caso aquí, que si desea el cm, debe ir un paso más allá e incorporar un campo de punto de control exacto en sus consideraciones y cálculos de acuerdo con ciertos criterios.
